Como ya
comentamos en nuestra anterior entrada, vamos a
dedicar un pequeño resumen a cada ganadería que visitamos. Por
casualidad nuestra visita fue de menos a más, es decir, de la ganadería con
menos animales a la que más, y eso nos mostró el momento en el que se encuentra
la fiesta.
Comenzamos
nuestro periplo con una ganadería, que da pena decirlo, en “vías de extinción”,
una de las pocas ganaderías de encaste Coquilla. Quizás su última corrida de
toros fuera lidiada el pasado día 8 de Mayo en tierras francesas, y digo quizás
porque aun hay un minúsculo rayo de esperanza de que esto no sea así. Dicha
ganadería es la de Herederos de Don Alfonso Sánchez–Fabres.
Preciosa nos
aguardaba la finca de Pedro-Llen donde pastan los pocos animales que quedan de
este hierro. Tan solo una punta de unas 50 vacas aproximadamente acompañadas de
sus becerros, 5 erales y sus 3 sementales.
Comenzamos
visitando a las hembras que estaban
acompañadas de un imponente semental. Comprobamos que la paridera había sido
buena ya que casi todas las vacas estaban acompañadas de su becerro. Un becerro
que actualmente tiene su futuro en el matadero.
Y da mucha
pena verles corretear sin darles la oportunidad de demostrar su bravura.
Después
continuamos con los pocos machos que como ya he dicho solo lo componen 5 erales
y 3 sementales. Erales en venta que si nadie pone la solución nunca llegaran a
utreros.
Una vez
terminada la visita a los animales
pudimos ver las instalaciones en la que destaca su preciosa plaza de toros
cuadrada y ya para finalizar disfrutamos de una conversación con Juan, uno de
los propietarios de la ganadería. Una persona que dice lo que piensa sin
esconderse, una persona con la verdad por delante, como se debería de ser en
este mundo. Él es realista, sabe que sus toros no gustan entre las figuras, ya
que con sus toros no van a poder
“disfrutar”, sino iban a pasar un mal rato. Es que desde que quieren
“disfrutar” se ha perdido la emoción, ya solo quieren un toro que no les ponga
en problemas, ni siquiera que los mire. Pero tan realista es que nos da su
opinión sobre el público actual, nos
puso como ejemplo la última feria de Fallas de Valencia, los días de la feria
de encastes no se llegaba ni a media
plaza, en cambio en la feria de las figuras todos los días lleno, ahí está el
problema que el público de ahora no es tan aficionado y está manipulado por los
medios de comunicación. Por eso él desiste y no ve motivo para seguir luchando,
pero de momento mantendrá la punta de
vacas, no sabemos hasta cuando, pero esperemos que por la diversidad en la
fiesta se presente el milagro que espera Juan y no desaparezca su hierro.
Desde la
asociación queremos agradecer a Juan su gran trato y amabilidad abriéndonos
las puertas de su casa y manteniendo una
gran conversación de la que todos los asistentes sacaron sus conclusiones sobre
el momento de la fiesta.
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